Defender la república hoy es un acto revolucionario / ASR

Defender la república hoy es un acto revolucionario / Colectivo Al Servicio de la República

El poder e influencia de las empresas del autodenominado Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) es sencillamente brutal. la CEOE es uno de sus instrumentos. El control sobre las políticas del ejecutivo es enorme, de hecho están en él; hay decenas y decenas de cuadros de la CEOE y de estas empresas con cargos en el gobierno a todos los niveles, mientras la 15memez se dedica a atacar a «los políticos», cuando desde la óptica del PP los puestos políticos deben estar desempeñados por «gestores», «buenos empresarios», «ejecutivos», gente con «conocimiento», al menos en los altos niveles.Hay po supuesto una elite especializada que asegura la continuidad de las políticas a la que pertenece Rajoy y que debe establecer sus equilibrios con el entorno que la inspira, apoya, financia y a la que en última instancia, sirve, el poder empresarial. En este esquema de gobierno «apolítico» se explican las decisiones tomadas por Cospedal en Castilla La Mancha reduciendo el nº de «políticos» y quitándoles el sueldo…, comprobamos gracias a ella las coincidencias entre el sector original del la 15my estas decisiones de corte neocon y anarco.capitalista. ¡Ya tenemos menos político en Castilla la Mancha y además no cobran! Qué gran éxito del 15m.

La conexion entre la monarquía y el núcleo de poder empresarial es muy fuerte. Se ve favorecida por un hecho: el rey no es un «politico», no es electo, no vota, tiene el cargo de por vida, siempre está ahí. No siendo «un político», queda a salvo de las críticas genéricas a la «casta política» concepto éste que es empleado tanto por la extrema derecha, como por el neoliberalismo, como por los globalistas y ciudadanistas, esos que cariñosamente algunos llamamos la 15memez…. no es de extrañar que el rey quede fuera de las críticas, la monarquia no sea cuestionada y la república no asome. La «indignación» es enfocada a los «políticos» y a la «democracia», esa a la que llaman y no lo es. Y no se olvide que cuestionar la validez de un sistema democrático sin entrar a cuestionar el sistema económico que lo sustenta y las conexiones con la superestructura que lo cubre no es precisamente una acción de izquierda, sino típicamente fascista o, en los dias presentes, postmoderno y populista reaccionario.

La monarquia es funcional al empresariado español actual, mucho más que un presidente «político». En los planes del empresariado no se encuentra prescindir del rey, su desprestigio y degradación no es relevante, puede ser sustituido por el sucesor en cualquier momento. Las funcionalidades y sinergias entre la gran patronal, el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) y la casa real son enormes. Ellos situan los objetivos, el rey los ampara y el gobierno pelea con la realidad para aplicar los planes de cambio de modelo social. Los gobiernos cambian pero ellos permanecen.

Los republicanos lo tenemos muy claro. Iran todos estos sres. en el mismo paquete. El ERE que el pueblo les va a hacer más pronto o más tarde incluirá a la verdadera casta parasitaria, que no son los «políticos» (Gordillo es político sres.), no, son los banqueros corruptos, los constructores que hicieron su dinero en las postguerra con cientos de miles de trabajadores esclavos, los ejecutivos de empresas públicas privatizadas y entregadas a los amiguetes por el PSOE y el PP, los dirigentes ignorantes y primitivos de la patronal, los ideólogos opusinos de las escuelas de negocios en las que tienen su criadero de cuadros, y por supuesto, la gran tapadera de todo ello, la monarquía. Para esta gente el mundo ideal es también un mundo sin políticos, un mundo donde lo que ellos llaman «sociedad civil» predomine de forma absoluta, es decir, donde las grandes empresas no tengan el contrapeso de la ley y el estado. Para ellos democracia no es más que la forma que el capitalismo adopta en el mundo anglosajón y el estado y los políticos algo a reducir al mínimo y en cualquier caso mantener a su servicio.

Que nadie diga que la República por sí misma no es solución. Una república democrática y «republicana», construida sobre la derrota de la impunidad del franquismo y el respeto a la memoria de los que lucharon y se sacrificaron por la libertades, una República implacable con la corrupción y que denunciará la deuda odiosa que se nos impone, defensora del bien común y garantia de las libertades, los derechos sociales y la igualdad política de los ciudadanos, una República que resituará a España en el mundo, que separará la Iglesia del Estado y que será respetuosa con todos los pueblos y naciones que confluyen en nuestro estado es, para ellos, para esa derecha española, una pesadilla. El odio que le tienen al mismo concepto de República es de tal grado que es difícil de imaginar. Una de las claves de la magnitud del dominio neoliberal actual es la salida de la República del debate politico. Mantener a la República fuera de las Cortes y no considerarla como prioritaria es renunciar a la victoria y a combatir al enemigo. Es un error.

Debemos rescatar la República, recuperar la legalidad republicana, somos muchos, tenemos razón, defendemos la libertad, la igualdad y la fraternidad, nuestra sed de justicia es infinita y seremos implacables con quienes sacrifican a nuestro pueblo. Sólo la República puede hacer frente a esta terrible situación que vivimos. Quienes no tengan el valor de defender la República y de dejar que sus valores orienten su lucha politica, social, sindical, no tendrán el valor de enfrentarse al neoliberalismo atroz que nos impone su dictado. Defender la Republica es, hoy, más que nunca un acto revolucionario y profundamente democrático.

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