Diez cuestiones básicas en la lucha por la República en España

[AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA. 22 de abril de 2015] La lucha por la República en España es algo absolutamente ligado a diez cuestiones básicas, sin las cuales se convertiría en un viaje a ninguna parte.

En AL SERVICIO DE LA REPUBLICA ASR, consideramos:

  • 1º La denuncia de la impunidad franquista y de la pervivencia de la legalidad del régimen franquista a día de hoy, es algo que debe tenerse en cuenta en cada momento e inspirar la línea de acción política. La memoria democrática y antifascista es algo que debe marchar al unísono con la acción política.
    2º La imprescindible necesidad de pasar la República a primera fila de la política y situarla como uno de los ejes objetivo de cualquier estrategia de unidad, alianzas o convergencia electoral.
    3º La irrenunciable defensa de la legalidad republicana robada por el golpe y la dictadura y sepultada en la Transición bajo una losa de complicidades y silencio.
    4º La necesidad de unir todas las luchas sectoriales y demandas sociales dándoles un sentido y unos objetivos políticos ligados a la necesidad de superar el régimen del 78 y la recuperación de la República.
    5º El reconocimiento de que República y Laicismo son dos palabras tabú en el actual régimen y cuyo ocultamiento en el debate político y electoral no es más que cinismo o complicidad.
    6º La lucha por la República implica luchar por construir un estado, y eso exige actuar con sentido de estado. Considerar al republicanismo como un movimiento social más al que se debe ofrecer apoyo o atención desde los partidos políticos u otras fuerzas pero sin dejar que la lucha republicana condicione las estrategias de partidos y fuerzas políticas, es sencillamente renunciar a la victoria, alejarse de la República y traicionarla.
    7º La República vendrá si se logra actuar con decisión sobre los puntos débiles del régimen monárquico, como es su origen franquista, sus crímenes y su ilegitimidad original. Pretender que será fruto de un referéndum ilegal o imposible como el que algunos pretenden es, como mínimo, desconocer la naturaleza del juego al que asistimos.
    8º La palabrería vacía sobre proceso constituyente, referéndum, consulta, derecho a decidir y otros significantes bastardos, tienen por objetivo desviar la atención de la palabra República, igual que en 1977 se empleó la palabra «democracia» para que se olvidase la cuestión republicana.
    9º Es imprescindible reconstruir el espacio republicano sobre un referente político claro e inequívoco, impermeable al oportunismo y ajeno a la confusión en la que se debate el conjunto de la izquierda española tras la entrada en escena del ciudadanismo al que se han rendido de una forma u otra la fuerzas más representativas.
    10º Cuando los republicanos hablamos de unidad nos referimos a la unidad de los nuestros, esto es, de aquellos que quieren luchar por conseguir la República aquí y ahora, denuncian la impunidad franquista y no han renunciado a recuperar la legitimidad republicana.

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1 respuesta

  1. El asunto del proceso constituyente, tal y como se plantea por quien lo plantea, que es el de hacer un referendo monarquía/república, tiene varios problemas. Para empezar es que según el art 166 de la «Constitución» la ILP queda excluida como fuente de iniciativa legistativa de los procesos de reforma constitucional (véase la referencia que hace al art 87, de manera que lo excluye explícitamente). No se puede hacer una ILP para modificar la «constitución» y en particular, por tanto, para esta cuestión. ES UNA TOMADURA DE PELO ese planteamiento. Habría que consultar quizás la Ley Orgánica 3/1984, que regula las ILP, pero en realidad, como no puede contradecir la «Constitución»… Me parece por tanto que los que defienden lo del referendo, por un lado, no se toman en serio el tema de la República y lo llevan de este modo a una vía muerta. Y por otro, es que, ¡hostias: están engañando descaradamente a la gente, sin el menor de los escrúpulos!

    La segunda razón, esta de tipo puramente práctico y por tanto quizás de menor entidad, es que sería una trampa, teniendo en cuenta el monopolio de los medios de comunicación, etc., por parte de las clases dominantes.

    La tercera razón, y la más importante desde mi punto de vista, es de tipo político. Y la segunda razón no es más que una expresión de esta en realidad. Hay que tomar una perspectiva histórica para entender cómo la lucha por la República es la expresión concreta de la lucha de clases en España, por no extenderme no lo haré aquí. En lo que hay que fijarse es en que la nación, para poder constituirse, debe de ser libre de hacerlo. Esto excluye toda tutela sobre el proceso constituyente, y lo que exige es la formación de un Gobierno Provisional cuya principal misión sea, por encima de cualquier otra cuestión, el garantizar esa libertad. Por contra, ese camino del referendo supone el aceptar la tutela sobre el proceso de los poderes emanados del 18 de julio del 36, que son los aún hoy imperantes. Y esta es por cierto la razón última de por qué lo del 77/78 no fue un proceso constituyente y por lo que la ley de 27 de diciembre de 1978 no es una verdadera Constitución, sino las Leyes Fundamentales adaptadas a una nueva forma. Esto explica la tutela efectiva de los estamentos del poder franquista sobre al elaboración del texto, por qué las COrtes del 77 no fueron una verdadera asamblea constituyente, etc. Eso es inaceptable, de ahí saldría una república que no sería tal, sino una reedición de la Transición: el reacondicionamiento del régimen a una nueva situación.

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