Intervención de Olga Alonso Gens. 6 de agosto de 2021. Las Palmas de Gran Canaria

Hoy seis de agosto de 2021 nos hemos dado cita en nuestra tierra canaria para recordar el ejemplo de aquellas personas que en su día supieron luchar y defender sus ideales de justicia y fraternidad. Personas a las que les tocó vivir un tiempo terrible que debiera hacernos reflexionar sobre lo que fue ser consecuente en aquellos días y lo que es serlo hoy.

Olga Alonso Gens en el acto del 6 de agosto de 2021.

Vistas sus vidas, su ejemplo y su destino, creo que es claro que hoy no tenemos mucho derecho a quejarnos o a sentirnos desanimados por las dificultades que podamos encontrar en la actualidad en la defensa precisamente de esos ideales de libertad y fraternidad.

Eduardo Suárez, Fernando Egea, Blanca Ascanio, son nombres concretos de una larga lista de canarios y canarias que sufrieron la represión golpista, fueron defensores del Frente Popular no lo olvidemos, una alianza electoral que buscaba gobernar y aplicar un programa social y político comprometido con las luchas sociales de su época y con la necesidad del antifascismo para la defensa de la democracia

Era por tanto una alianza de gobierno y para el gobierno. No era cualquier alianza. Es triste comprobar que hoy las simples palabras Frente Popular son rechazadas por quienes dicen ser de izquierda y están hoy en el mismo gobierno. Ni se atreven a pronunciarlas.

Esa alianza de entonces era una alianza democrática y equitativa, en la que el más fuerte mas compartía, donde las voces y las presencias de todos estaba asegurada, y que se fundamentaba en unas reglas claras, sin liderazgos carismáticos ni caudillismos, y un programa social compartido para el gobierno, donde a nadie se le pidió renunciar a sus ideas.

Eso fue el frente popular. Una alianza democrática, organizada democráticamente, con un programa social compartido y un compromiso antifascista.

Así que van a permitirme que diga algo que debiera ser obvio para todos.

Hoy necesitamos un Frente Popular

Hoy necesitamos una Alianza Republicana de amplia base que luche por construir la Republica aquí y ahora con un programa social de emergencia y respuestas valientes a los retos que hoy tenemos planteados.

Hace muchos años, estas personas que hoy recordamos supieron luchar y sacrificarse por su libertad y la nuestra.

El mejor homenaje a ellos y a toda su generación, es aprender de su ejemplo.

He sido invitada a que hable hoy aquí desde el espacio de la memoria y la república.

No es mi voz la única que tal cosa pudiera hacer, pero honradamente, como parte del Foro por la Memoria de Canarias y del Colectivo AL SERVICIO de la REPÚBLICA, les digo que es imprescindible poner fin a la impunidad del franquismo, porque una democracia construida sobre tal impunidad ni es democracia ni es nada.

Dirán algunos que eso de la impunidad se resolverá con la nueva ley de memoria que se ha presentado en el congreso. Bien parece, pero los detalles son importantes.

No es la primera, no se olvide que ya hay una en vigor. ¿Por qué otra ley?

La respuesta es clara. Porque la ley vigente está completamente desacreditada y ha quedado demostrado que fue aprobada en su día como una ley cortafuegos que en el fondo solo deseaba impedir que ciertas contradicciones del régimen del 78 estallaran.

Nos tememos que la ley nueva de ahora, pese a algunos cambios de interés, busque preservar al régimen de esas contradicciones que continuan y a las que algunos tienen tanto miedo. Saber esto es en realidad sencillo, permítanme unos sencillos ejemplo

La cuestión es:

Con la nueva ley de Memoria… ¿Va seguir siendo legal la Fundación Juan March? ¿Es necesario explicar quien fue Juan March y que papel jugó en el golpe de estado?

¿El tribunal que condenó a Suárez y Egea va a seguir siendo legal? ¿Tenían los golpistas derecho a condenarles?

¿Seguirán siendo legales sus sentencias?

¿Tendrán derecho sus familias a que se les devuelva e indemnice por los que se les robó e incautó?

La respuesta es que no. El proyecto de ley nueva mantiene el no por respuesta.

Así que les digo…

… que si esos detalles no se resuelven, la ley de memoria será un nuevo engaño, y una triste metáfora de lo que no es la democracia española.

No me extiendo más. Creo que compartimos la necesidad de reconstruir el espacio de la izquierda y de lograr gobiernos valientes que hagan frente a la derecha y hagan las leyes que en la calle ya estamos exigiendo.

En ésta lucha los comunistas son imprescindibles. Los necesitamos. Son parte necesaria de toda alianza por la victoria del pueblo y los trabajadores. Eso defendieron en su día Eduardo, Fernando, Blanca y sus compañeros, y eso defendemos ahora.

Llegados a este punto permítanme una aclaración a una cuestión que siempre sale en todo intento de forjar unidad de acción: la cuestión de qué es lo que cada uno entiende por república.

En Al Servicio de la República tenemos una respuesta en la línea de lo que defendió hasta el final el gobierno republicano del exilio y su presidente Valera: Una república aquí y ahora, para el presente, una república republicana, es decir garante de las libertades, capaz de armonizar derechos sociales y civiles, y que ponga fin a la impunidad del franquismo. Esta es la base desde la que partimos y desde la que les tendemos la mano.

Digan conmigo

¡Viva el ejemplo de Suárez, Egea y Ascanio!

¡Viva la clase obrera canaria!

¡Viva la Republica del pueblo!

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