Ante el regreso del Emérito a España [ASR 18/5/22] Comunicado

Ante el regreso del Emérito a España [ASR 18/5/22] Comunicado

Juan Carlos Borbón de regreso en España y debate trucado en los medios sobre circunstancias, modos, conveniencias. Detrás de todo bulle un lavado de cara y la búsqueda de una normalización. Lo que denota esto es penoso. Una humillación colectiva que es tomada como normal y deseable.

Fue la Casa Real la que decidió hace dos años que el emérito debía marcharse. Y en 2012 fueron ellos igualmente, los que consideraron que debía abdicar y pasar la Corona a su hijo, no fueron el gobierno, el parlamento o la izquierda que se dice «republicana». Fueron ellos mismos. La causa de la abdicación y marcha fue el miedo, los hechos así lo muestran, a que toda la miseria que rodea al personaje acabase por hacerse visible. Su degradación física y moral le impedía mantener las formas y le ponía en peligro de ser reconocido en su realidad profunda, Fue un movimiento defensivo. El elemento que marcó la diferencia fue el enfrentamiento en los tribunales en Suiza con quien fue su amante y complice. Con ese litigio se pudo saber del cobro de comisiones de terceros países y de ellas la existencia de irregularidades en sus obligaciones fiscales.

La situación creada llevó a la Casa Real a la necesidad de trazar un cortafuegos que impidiera que cualquier nuevo conflicto o información comprometedora, amenazara el papel sistémico que juega la monarquía en el R78 como elemento de legitimación y representación.

Esto no va de si el emérito ha pagado a Hacienda lo correcto o lo ha eludido. No es ese el problema, Lo que ha trascendido en todo caso no es más que algo muy superficial. 

El rey Juan Carlos Borbón fue jefe de estado de la Dictadura Franquista. Lo fue de forma interina en vida del dictador y lo fue a su muerte entre 1975 y 1979. Siendo jefe de estado de la dictadura y rey firmó la entrada en vigor de la última reforma de las leyes fundamentales. Cuando algunos centran su mirada en la cuestión de la inviolabilidad del Rey en el ejercicio de sus funciones olvidan sistemáticamente que el Rey lo fue antes de la entrada en vigor de la CE78, lo fue durante años en el marco de una dictadura que era en sí mismo un crimen. ¿Cubre la inviolabilidad ese periodo? ¿Cómo se atreven a pretender objetividad académica los que no incluyen este hecho en sus análisis?

Las contradicciones rebosan por todas partes. Las acciones de Juan Carlos Borbón han puesto en riesgo todo el sistema. Van en cadena. Solo las complicidades impiden que exploten y pongan en peligro al régimen. 

La CE78 entra en vigor gracias a la firma de un jefe de estado de la dictadura franquista. La pregunta inmediata es ¿qué legitimidad tiene una Constitución en la que no hubo convocatoria constituyente y que entra en vigor con tal firma? No es solamente la consideración moral del sujeto lo que debe discutirse, si bien un Rey no tiene vida privada por definición. Lo sustancial en este caso es su actuación personal en la vida pública de España: fue un instrumento de la dictadura. Su comportamiento posterior a 1979 ofrece más certezas deplorables que cualquier otra consideración. 

Juan Carlos Borbón, sea en destierro o de regatas en Sansenxo, fue el jefe de estado de la dictadura. Sigue vivo. Debe ser procesado por ello. No es un tema de hacienda. Se trata de si la dictadura franquista fue un crimen y una traición a España y al pueblo español. Para algunos en España, su respeto al sistema democrático está ligado a que se mantenga la impunidad. Sobre esta base no puede construirse una democracia real. Buscan que Juan Carlos Borbón pueda pasar sus últimos días en España. Que muera en la cama como lo hizo Franco. En breve nos dirán que por motivos de salud se mantendrá en España. Ya hay campaña de blanqueo. Concordia lo llaman. La responsabilidad de que escape a la responsabilidad de sus actos no la vamos a asumir nosotros, es exclusiva de los que aceptaron intercambiar un poco de libertad formal por un máximo de impunidad y renunciaron a la 

La Monarquía Española es una metáfora del estado de España. Una tapadera. Muy funcional y aparente, Tras ella, la oligarquía que procede de los enemigos de la república, se benefició de la dictadura, ganó la impunidad en la Transición y hoy nos pone límites.

Quienes estos días de regreso del emérito se han limitado a protestas vacías y superficiales y han desconectado todo el tema de la impunidad, el franquismo pasado y la oligarquía presente son directamente cómplices. Nos llaman a la movilización en la calle los mismos que no exigen nada a partidos, cargos públicos, gobierno y dirigentes compromiso en esta denuncia, a quienes por su posición les oirían millones de personas.

Alzamos nuestra voz y exigimos coherencia y compromiso. Denunciamos y combatimos la humillación colectiva que significa la monarquía en España un solo día más y que tiene en el emérito su perfecto resumen. Es preciso que esta denuncia llegue a las instituciones democráticas y que las voces que resuenan en la calle y en los corazones de millones retumben entre los muros del Parlamento del R78 y abran paso a la República.

La dinastía Borbón fue declarada fuera de la ley en 1931 y se consideró legalmente  que sus miembros no tenían ningún derecho a usurpar posiciones o representaciones que solo corresponden al pueblo. Cúmplase la ley. Recuperemos nuestra dignidad colectiva. Dígase. Deberán sacarse las conclusiones políticas derivadas de las barreras que impiden hacer la justicia que se debe. 

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